ALCUBLAS – CUEVA SABUQUERA

FECHA: 05/05/2012

SENDERISTAS: Toni, Pilar, Eva, Patricia, Oyana, Pepe, Miguel, Jorge, Ramón, Carlos, Pincho y Vicente Cereza

RUTA: Alcublas – Cueva Sabuquera

RESEÑAS UTILIZADAS: Mapa topográfico, brújula-gps, conocimientos propios

CRÓNICA

                Llegamos todos a la gasolinera de Chirivella sobre las 8 de la mañana como es habitual, salvo yo que llegué con un poquito de retraso (esto de dormir poco no sienta bien jeje) y nos repartimos en 3 vehículos rumbo a Alcublas.

A la altura de Casinos nos confundimos de dirección y dimos un pequeño rodeo a través de una carretera bastante intransitada hasta que volvimos de nuevo a Casinos y retomamos el buen camino, no sin antes cometer alguna pequeña infracción de tráfico sin importancia.

Por fin llegamos a Alcublas, la ruta comenzaba en el mismo pueblo y era circular. Empezamos el recorrido con la ayuda de un mapa y una brújula-gps (tamagochi para los amigos) dejando poco a poco el pueblo atrás y adentrándonos en una senda rodeada de campos, sobretodo de almendros. Teníamos que llegar a un barranco situado entre dos montañas que aunque no estaba muy claro el camino llegamos con bastante facilidad. En el trayecto me llamó la atención unas cuevas que vimos en una ladera que supongo (porque no tengo ni idea) que serían excavadas para guardar grano antiguamente.

                Una vez que llegamos a la zona entre montañas el camino se tornó muy pedregoso y comenzaba un tramo en el que iríamos ganando altura rápidamente, cosa que mejoraba las vistas cuando mirabas atrás. La subida causó algún pequeño estrago en forma de nauseas a algún integrante, pero nada que no pudiera solucionarse con una buena dosis de chocolate y kiwi deshidratado.

                Continuamos la marcha. Poco a poco la senda iba teniendo menos pendiente. Pasamos alrededor de algunas casas antiguas abandonadas, construidas con piedras amontonadas, y al cabo del rato encontramos un espacio abierto con una magnífica alfombra vegetal que incitaba a almorzar, así que sin pensarlo dos veces sacamos los bocatas y nos pusimos a ello.

Con las pilas cargadas de nuevo proseguimos llegando a una zona ya sin pendiente y rodeaba de árboles, donde vimos una señal que decía que la Cueva Sabuquera estaba a 1 Km. Tras andar más de un kilómetro no encontrábamos la cueva (¡tenemos la negra con las cuevas pero siempre acaba bien!), así que comenzamos a recorrer un tramo de camino atrás por si había alguna senda que no habíamos visto. Tras ver que no era así decidimos seguir adelante a nuestra suerte, y al final llegamos a la esperada cueva, que estaba más adelante (vamos a dejar en que el cartel tenía un error de imprenta...).

                Para acceder a la cueva había que descender un poco por una zona bastante vertical y luego te adentrabas en una masa de vegetación frondosa, que parecía casi la selva, incluso habían lianas por el camino, daba la sensación de que te iba a encontrar a Tarzán en cualquier momento. Llegamos al final de la cueva que no era muy profunda (era más bien un gran agujero vertical) y nos hicimos una merecida sesión de fotos. La vegetación me llamó muchísimo la atención porque de repente habías pasado de estar rodeado de pinos a un entorno completamente distinto que parecía más bien un bosque de zonas más húmedas que no estoy acostumbrado a ver.

                Salimos de la cueva y volvimos camino atrás hasta ir en dirección a Alcublas. Pensábamos hacer un pequeño desvío para ver unas balsas naturales, cosa que acabamos descartando ya que se puso a llover, en un principio una lluvia sin importancia, pero luego se intensificó hasta el punto de que tuvimos que ir sacando paraguas y ponchos, no sin acelerar el ritmo.

                El camino discurría descendiendo ladera abajo hasta llegar al pueblo, y el trayecto era más o menos de unos 4 kilómetros. Una vez que llegamos a Alcublas nos libramos de las mochilas y nos fuimos a un bar, buena forma de despedir nuestra aventura.

Un saludo Vicente.