Plano del recorrido
Plano del recorrido

Fecha: 02-09-2010 al 05-09-2010.

 

Participantes: (JAPAMA).

 

Ruta: Ascensión al Mont Blanc.

 

Longitud / duración: MB 4.808m. Inicio a los 2113m (Mt, Lachat). Del 02 al 05 de septiembre de 2010.

 

Acceso: Valencia – Chamonix - Le Fallet con el coche guiado por el GPS. Le Fallet Mt Lachat con el TMB (Tramway du Mont-Blanc). Ascensión al MB y descenso.

esquema montañoso
esquema montañoso

Material: Crampones, piolet, bota rígida o similar y casco. Cortavientos, gafas de sol o mejor aun de ventisca, gorro, braga, guantes y ropa de invierno (camiseta térmica, polar, calcetines…). Hay que añadir arnés, cuerda y algún mosquetón si se va mas de uno (yo aunque lo tenía no lo subí ya que no tenía a quien atarme). Gorro, crema solar, botiquín,… Podemos no llevar saco de dormir y comida, ya que los refugios tienen de todo.

 

Reseñas utilizadas: Al ir solo, tenía previstas dos salidas en función de la climatología: El Tour del MB en 8 días, para lo que me llevé impresas unas reseñas del foro de Madteam http://www.madteam.net/rutas/senderismo/tour-del-mont-blanc.mrius para el caso de mal tiempo y libro de la editorial desnivel “5 vías a la cumbre” para el caso de que se diesen buenas condiciones climatológicas, ambos complementados con un plano 1:50.000 “Pais du Mont-Blanc” (mala escala para la montaña, buena para el valle).

 

Descripción: Todo comenzó tras venir de Marruecos en septiembre del 2009, donde cuatro amigos habíamos conseguido subir cuatro cuatro miles entre otras aventuras no menos meritorias.

 

3.000 en Pirineos, 4.000 en El Atlas… la secuencia pedía un 5.000, por lo que se empezó a estudiar la posibilidad de subir el Kilimanjaro con 5.895m, pero pronto se desecho ya que había resultado mas fácil hacer los 4.000 que cualquier 3.000 de Pirineos (de los que yo había ido) y este pico también estaba ideado para que lo subiese cualquiera fácilmente.

 

Enseguida surgió la idea del MB y como no “El Elbrus” (ese gran desconocido con sus 5.642m). Tras optar por el MB que ya era mear demasiado alto, comencé personalmente los preparativos y enseguida éramos un posible grupo de hasta 7 personas ampliable a un máximo de 9. La logística estaba clara: un furgón de alquiler Mercedes Sprinter de 7 o 9 plazas en el que nos cogían dos cajones comprados al efecto de 40 x 60 x 30 de alto mas una mochila de unos 40 L por persona. Salíamos a unos 100 € ida y vuelta mas los gastos en el lugar (400€ gasoil y peaje mas 300€ del furgón).

 

El primer problema que surgió, fue cuadrar la fecha para todos. Lo mejor es ir en junio cuando las gritas están tapadas – decían los foros- lo cual creo que personalmente no es cierto. Luego uno forzó a cambiar las fechas a mediados de Septiembre y otros querían al principio y luego pitos, luego flautas y lo principal en uno de estos viajes es el que cada uno aporte soluciones y no problemas, ya que estos surgen solos.

 

Que si ahora no puedo, que a mi me viene mal, que si mas pitos, que si mas flautas. A mediados de agosto, me voy unos días a Picos de Europa y a la vuelta solo quedaban dos días para que empezase septiembre y con el mis vacaciones.

Tras reiteradas gestiones me plantee el ir solo ya en muchas ocasiones el ir dos no dobla las posibilidades de éxito, sino que dobla las de fracaso (ahí queda eso).

 

Hasta el 30 de agosto no tomé la decisión en firme de irme solo, hasta entonces baraje la posibilidad de hacer el GR-11 que tengo pendiente, continuar equipando una pared en la que ya tenemos 4 vías de escalada o empezar a describir unas rutas y plasmarlas en un libro. Bla bla bla.

 

Dos o tres días para preparar un viaje de este calibre para mí solo.

“Fecha de salida: a partir del 1 de septiembre, cuando lo tuviese todo preparado. Fecha de vuelta: al finalizar la actividad, máximo el 18 en casa” -un autentico maratón-, la maleta de Picos de Europa sin deshacer, el recorrido sin estudiar, ni siquiera un mapa de carreteras, no tenía crampones, la comida, buscar un seguro o ampliar la federativa, … un sinfín de complicaciones que fui resolviendo una a una, consiguiendo tenerlo todo preparado el día 1 por la tarde (gracias a X pude llegar ya que me instalo la cartografía de España, Francia, Italia y Suiza en el móvil. El Sr. Y se preocupo de conseguirme cuerda, crampones, piolet,…) tres días con listados por todos los sitios y el último de los preparativos: mirar el tiempo en inernet y decidir que actividad hacer, aunque yo tenía claro que al ir solo iba a hacer el TMB (tour).

 

Dia 2 de septiembre.

 

Tras haber ido la tarde anterior a una gasolinera donde extendí en el suelo todo lo que me iba a llevar (80€ de comida y bebida del supermercado incluido) y organizarlo en tres cajones comprados al efecto.

Tras desmontar los asientos traseros de mi coche, consiguiendo así un espacio plano desde los respaldos de los asientos delanteros hasta la parte trasera.

Tras llenar el deposito de gasoil, lo que me da una independencia de unos 1.000Km.

 

A las 07:00 me levanté, una duchita, desayuno y a las 08:00 en marcha, llegando a Chamonix a las 19:40. Busque de dormir en un albergue que ponía en la reseña del tour y que estaba justo antes de entrar a la población, pero me pidieron un total de 26€ por una habitación compartida y me pareció muy caro por lo que opté por dormir en el coche, no obstante le comente al encargado mi intención de subir el MB yo solo y le pareció una idea descabellada.

 

Saliendo de Chamonix dirección Le Fayet, la primera gasolinera a la derecha, tenía un parking en el que pasaban la noche muchos camiones, yo ya había preparado el coche para ello, solo tenia que mover dos de los cajones y la nevera, colocando en la parte trasera del conductor un colchón hinchable de 70cm, realmente era muy cómodo a pesar de que había algún poro y cada 3 horas me tenía que levantar para hincharlo. La cabeza la ponía bajo la luna trasera, lo que me permitía admirar el cielo. Impresionante.

Día 3 de septiembre.

 

Me levanté a las 06:30, desayune fuerte, reorganice el material en el interior del coche y monté una mochila de 40L para aproximarme a ver si podía acercarme al MB. Con todo ello me fui a Le Fayet desde donde salía el tren de cremallera de aproximación.

 

Tanto en internet, como en el albergue, como en la estación del tren, las previsiones meteorológicas eran favorables, no obstante a mi no me terminaba de convencer la idea de subir solo, por lo que decidí acercarme solamente hasta donde me sintiese seguro.

 

Tras sacar el billete de ida y vuelta que salía a las 09:20 (28€), dos inconvenientes: la encargada me recomienda que no valla solo y además el tren paraba una estación antes por lo que se quedaba a 2.113m en vez de 2.372 lo que implicaba mayor desnivel y mas distancia.

 

Me subo al tren junto con otras 20 personas (o mas) que iban a subir al MB, contacte con dos franceses cuarentones como yo que con toda la tranquilidad del mundo, me dijeron que ellos iban a subirlo y que yo podría subirlo si llevaba material (crampones, pilolet, …) y yo lo llevaba, en ese momento me surgieron un montón de dudas, pero en fin, me calce las botas rígidas y tras parar el tren empezamos a andar.

 

El recorrido del tren fue impresionante, los paisajes empezaron a surgir de entre los árboles por pendientes cercanas a los 45º. Por un lado flipaba y por otro, me traía sin cuidado ya que mi mente estaba confusa con lo de la ascensión. Yo seguía pensando en que no iba a subir, pero todo me empujaba a ello.

 

Tras bajar del tren, con una montaña al frente, las vías subían por la derecha y la senda por la izquierda, partiéndose los viajeros por ambos caminos. Pronto la maquinista tras dar varios pitidos, grito: C´est interdit, interdit, refiriéndose a la prohibición de seguir por las vías, por lo que nos reagrupamos todos en la senda que subía intrépidamente por la izquierda.

Pronto me fije en que lo principal era el no quedarme solo ya que aun estando la senda bien marcada, yo no había estudiado el recorrido.

No se el motivo pero empecé a darme cuenta de que no era capaz de seguir el paso de ninguno de los asistentes: dos matrimonios mayores, un grupo en el que iban dos chicas, y otros tantos. Pronto me pasaron todos y yo no entendía el motivo ¿?. Intente encontrar mi ritmo pero no lo encontré. Lo bueno es que sin saber de donde, iba apareciendo gente nueva que yo creo que no habían venido en mi tren.

 

El zigzagueo del camino se volvió agotador, con construcciones de muros para ascender, observaba a los que iban delante “sobre” mi, tras haber hecho mas de 8 giros. Llegamos a una planicie de unos 100m donde se encontraba una pequeña cabaña (Barranque des Rognes) a la que no me acerque para no perder tiempo, y enseguida volvió el zigzagueo hasta subir al Refugio del Tete Rrouge 3.167m.

Tenia que ir haciendo descansos y no paraban de adelantarme la gente ¿? seguía sin entenderlo, yo no me veía más flojo que “tod@s”.

 

Habíamos ascendido 1.054m, además de cansado, se me había acabado el agua hacía más de una hora. El refugio del Tete Rouge estaba junto a la primera pequeña y única pala de nieve hasta el Refugio del Gouter, en una pequeña planicie de unos 150 x 150m y junto a el una zona de vivac con varias tiendas de campaña montadas y una construcción que eran los WC.

 

No era necesario acercarse a este refugio para ir al Gouter, tampoco se lo que me empujo a seguir, no es que me sobrasen fuerzas, mas bien no me quedaban, tampoco tenía agua y hacia una calor de la ostia y sin acercarme a ver el refugio, volví a la senda, no sin antes acercarme a ver como habían montado las tiendas de campaña.

Al ver un grupo que seguía ascendiendo, me apresure a subir con ellos, pero me fue imposible mantener su ritmo al igual que el del resto de grupos ¿?. No lo entendía pero en fin, como no paraba de llegar gente por mi espalda, nunca iba solo (jóvenes, mayores, chicas,… todos me pasaban). Lo de que me pasaban las chicas lo he comentado varias veces, pero es que no todas me parecían que estuviesen preparadas, pero “todas me adelantaron” ¿?.

 

Yo no se lo que me empujó, pero ahí estaba echo mierda y dispuesto a empezar la ascensión cuando desde una de las tiendas de campaña, uno de los montañeros me gritaba “dangeroux, c´est tres dangereux” ¿?, claro al ver a tanta gente subiendo pensé: este tío es tonto y empecé el ascenso el cual se iniciaba por la izquierda dejando el refugio a unos 150m a la derecha.

Tras andar unos 300m observé el primer cable que colgaba a unos dos metros del suelo (línea de vida), el cual ayudaba a cruzar en perpendicular a lo que en su día pudiese haber sido un glaciar y que en invierno será una pala de nieve. A unos 3m sobre el cable cruzaba una senda de algo mas de un palmo de ancha y de fácil recorrido, yo no entendía como perdían el tiempo encordándose si apenas era peligroso “…”. Al comenzar a cruzar y tras avanzar unos 5m, observe un hilo de agua que descendía semioculta entre las piedras, en ese momento se me ilumino el cerebro, mientras el grupo con el que estaba ascendiendo se encordaba, me arrodille en el pequeño arroyo y puse una pequeña piedra para que recogiese el agua ya que esta descendía la ladera sin despegarse del suelo, - me puse a absorber agua de la piedra, estaba tan fría que apenas pude dar un par de tragos cuando comenzó a dolerme la cabeza, di un par de tragos mas y cruce fácilmente la senda- .

Y para evitar esto que yo vi tan sencillo, había un guarda la tarde posterior, impidiendo que ignorantes como yo se adentrasen en esa zona de alta montaña (mas adelante, explicaré el motivo de esto).

Con una visión global del recorrido y el refugio en lo alto, la ascensión al Gouter, era impresionante, de 3.167 a 3.817 en la que dejo de haber zigzagueo para comenzar continuas trepas que no sabría graduar, pero con algún 4º que otro, estando asegurado el recorrido con continuas líneas de vida. Que agradable hubiera sido estar en buen estado para subir aquello en condiciones, plegue y guarde los palos.

La ascensión se hacia por una especie de arista equipada con multitud de cables. Se observaba la roca dañada seguramente de subirla con crampones en invierno (eso también debe ser una actividad interesante). Cada 30 o 40 metros, me tenía que parar ya que el agotamiento era extremo. Yo dudaba de que toda la culpa fuese la altura ya que no me dolía la cabeza, aunque mucho tenia que ver ya que tenía gran dificultad para respirar, la gente me seguía pasando mientras yo permanecía inclinado sobre alguna roca para que me fuese mas fácil soportar el peso de la mochila.

 

Continuamente, tanto por la derecha como por la izquierda se desprendían rocas que arrastraban a otras y bajaban a toda leche en forma de avalancha, los montañeros empezaban a avisar con gritos y silbidos lo que dejaba a uno sin respiración.

 

Trepa tras trepa, conseguí llegar a lo alto.

La gente, además de subir en grupos, lo hacían con casco y encordados. Yo era el único que iba solo. Lo del casco estaba bien, aunque a mi me dio mas miedo el sol que las piedras y me deje puesto mi nuevo sombreo, pero lo de ir encordados no lo entendí ¿Cuál era el objetivo de la cuerda? No la vi practica en ningún momento, en caso de que hubiese habido una caída, se habrían hecho las mismas lesiones que yo y además existía el peligro de arrastrar al otro ¿?. En fin tras mucho pensar en ello, llegue a la conclusión de que la mayor parte del año la ascensión del Tete Rouge al Gouter se hace por nieve congelada, lo que convierte el recorrido en una pista de patinaje, lo cual daría sentido al encordamiento.

Por otra parte, también observe como las piedras del recorrido estaban arañadas. En principio pensé que era por los bastones de la gente, pero pronto me di cuenta de que era consecuencia de escalar con crampones.

 

La ascensión se me hacia imposible, tras el último trago de agua en el arroyo, había pasado mas de una hora en la que la calor era insoportable, por lo que pedí a uno de los chicos de uno de los grupos que me adelantaba el que me permitiese mojarme la boca, este me ofreció el agua que le quedaba en una de las botellas, unos tres dedos que no pude rechazar (no supe como agradecérselo).

Finalmente llegue al refugio del Gouter donde se encontraban sentados sobre una piedra los dos franceses que había conocido en el tren, los cuales, al igual que el resto de personal, estaban súper frescos (simplemente no lo entendía).

 

A diferencia del resto de personas, yo también era el único que no había reservado plaza para dormir, por lo que me apresure a solicitarla, al ir solo, me dieron una plaza de una reserva de uno que no había subido.

Los franceses del tren, ya me habían avisado: 60€ media pensión, no obstante yo había subido mi comida y estoy federado, por lo que apenas me costo 14€ dormir (baje al coche, con mas de 200€ gastaderos).

 

Aun encontrándome muy mal estuve cenando un bocata en la puerta del refugio, mientras veía como el sol desaparecía en el horizonte con el MB a la izquierda. Impresionante.

 

Los franceses y yo pusimos los despertadores a las 04:00 para iniciar la ascensión, pero resulto imposible el levantarse tan tarde, a las 03:00 todo el mundo estaba levantado.

Día 4 de septiembre.

 

Tras levantarme a las 03:30, dos barritas y dos pastelitos para desayunar y a las 04:00 yo comencé a andar. Nada mas salir del refugio, comencé a flipar: por un lado casi todo el personal se había ido por lo que me apresure para no quedarme solo y por otro lado, bajo mis pies, estaban llegando los que habían dormido en el refugio inferior. Flipante, una columna de frontales que a las 04:00 ya habían subido 640m semiescalando.

 

Nada mas salir del refugio, me di cuenta de que no daba la talla, pronto fui incapaz de seguir a ninguno de los grupos lo que me asusto un poco. Totalmente de noche, sobre mí observaba como una larga serpiente de frontales avanzaba hacia lo alto, era imposible que me perdiese, además, el rastro que dejaban los crampones creaba sobre la nieve helada como una especie de acequia que te guiaba. Seguían llegando grupos por detrás de mí y siempre tenía a alguien cerca. Por un lado era confortable el sentirme acompañado, por otro, me tocaba los cojones el que todos me fuesen adelantando tanto los chabalines, como las parejitas.

 

De repente un frontal de cara a buen paso. No serian ni las 05:00 y al llegar a mi altura, me dice que ya volvía del MB. Menudo tronao estaba ese, había ido a un lugar y no lo habría podido ni ver ya que faltaba bastante para que amaneciese – no encontré el fundamento de su ascensión-. Todos sabemos que la montaña es algo inútil, sin sentido, sin un provecho cuantificable como pudiese ser un trabajo en el que ganas X €, pero siempre queda un recuerdo, unas fotos que den fe del logro, ¿Qué recordaría ese chico? ¿Cómo se ve Chamomix desde lo alto?, ¿y Suiza e Italia?, ¿las distintas caras N y S, E y W tienen nieve?. Ese no vio nada.

Deje de pensar en elle y pronto me di cuenta de que mi cuerpo no funcionaba nada bien, llevaba andando un buen rato al 90% y tenía frío, yo que nada mas ponerme en funcionamiento comienzo a sudar ¿?, no lo entendía, ¿porque tenía tanto frío?, llevaba unos guantes de tela finos que normalmente me molestan ¿?. Los grupos seguían adelantándome y yo tuve que hacer una parada para ponerme unos guantes más gordos que tenía en la mochila, además pronto observe que el agua del tubo del camel, se estaba congelando por lo que decidí tener en cuenta dos cosas: beber muy poco muchas veces y soplar al terminar para que el tubo quedase vacío. Y una mierda, al momento dejo de salir agua y no retorno hasta bien pasado el medio día.

 

Al parar para cambiarme los guantes, mi nuevo frontal Petzl con las pilas nuevas que hacia una luz amarilla “de mierda”, me dejo ver como todas mis uñas se habían amoratado, yo flipando – seguro que con los guantes gordos se me pasaría enseguida-.

 

Me los cambie rápidamente y al retomar la ruta, solo veía resplandores de frontales a lo lejos, detrás de lo que podría ser un collado o un llano, que no lo podía distinguir. Las huellas dejaron de ser tan evidentes y en vez de una senda, se observaba como habían subido abiertos por una superficie de un par de metros, ¿habían dejado de ir en cola?, comencé a desplazarme hacia la izquierda y dejo de gustarme la situación, aun habiendo huellas, no había una senda clara. Seguro que estaba llegando a las grietas de las que tanto se habla y motivo por el que todo el mundo iba en grupo y atados. Sin fuerzas, tenía que tomar alguna decisión y el camino que llevaba dejó de gustarme totalmente.

 

Todo empeoro cuando me di cuenta de que las manos las tenia peor, volví a parar preparé los guantes finos y en una rápida acción para no perder la poca calor que tenía en las manos me los puse y sobre ellos los gordos, los cuales no entraron del todo bien, pero en fin era lo que había y me permitían coger los bastones – era suficiente-.

Al colocarme la mochila, observe como un grupo de tres comenzaba a ascender a unos trescientos metros por debajo de mi posición. Enseguida me di cuente de que su intención era subir por la zona de la derecha, por lo que decidí subir con ellos si los podía alcanzar.

 

Mentalmente trace el camino a seguir para interceptarlos el cual discurría aproximadamente desde mi posición a una similar a unos 200m en la zona de la derecha, con unos metros de bajada, lo que me daba velocidad (pero pocos que luego había que volver a subirlos), y lo conseguí, pronto me encontraba siguiendo al grupo de tres como si uno mas de ellos fuese, solo que no iba atado.

 

Fue una relación interesante en la que en ningún momento se dijo ni una palabra, ni un mísero Bon Jour. Los cuatro caminábamos igual de jodidos, era muy agradable el sentirse como uno mas, entre 10 y 30 metros los 4 nos deteníamos para coger aire y sin hablar retomábamos la marcha – la cosa no estaba para desaprovechar energías-. Yo me reclinaba apoyando los bastones sobre mi pecho y en la nieve, el que me precedía, echaba la rodilla a “tierra” y se apoyaba sobre ella, la cosa estaba jodida.

Mi Cama, la 67
Mi Cama, la 67

No se si solo hubiese sido capaz de llegar al abrigo de Vallot 4.362m. (un refugio de emergencia en el que no se permite ir a pasar noche), pero el seguir a este grupo me lo facilitó mucho.

 

Mi llegada, fue personalmente espectacular ya que me daban como escalofríos que me hacían sentir el que se me desmontaría el cuerpo. Escalofrío tras escalofrío, me senté, saque el saco de dormir de la mochila, me cubrí con él y me tumbe en posición fetal con los crampones puesto. Era de noche cuando llegue a este refugio por lo que eran menos de las 06:00 ¿Cómo me habían pasado tantas cosas en 2 horas? Me quede dormido pensando o divagando y sobre las 07:45 recobré el sentido, tome tres barritas y un trago de agua que conseguí beber por el tapón de llenado. Se observaba un día radiante por la ventana con el sol pegando a tope. ¿Qué haría yo?, no me podía ir a casa estando tan cerca de la cumbre. Me hice una revisión general y observé varias anomalías: dificultad para respirar, uñas moradas, agotamiento extremo y los crampones puestos (los pies no me los podía ver).

Entraron dos chicos al abrigo, les pregunté si iban a subir y me dijeron que si, por lo que les dije que yo iría con ellos lo cual les pareció bien. Salimos los 3 del abrigo y comenzamos a terminar de equiparnos. Día soleado y con mucho frío, no me podía quitar el frío de ninguna de las maneras, mientras se encordaban, decidí ir avanzando por mi cuenta ya que seguro que luego no iba a poder seguirles el paso.

 

Comencé la ascensión y tras la primera arista, al darme la vuelta vi como los dos chicos que me iban a acompañar, estaban bajando - algo no nos habíamos explicado bien-, no obstante, me encontraba rodeado de gente que bajaba, y todos contaban la misma historia “Beacoup de vent” (mucho viento).

 

Continué ascendiendo con el MB al frente, observaba como el viento arrastraba una especie de sabana de nieve o hielo de unos 10m de altura, que tras superar la cima, era lanzada varios cientos de metros. En condiciones distintas hubiera podido pensar que se trataba de una nube, pero no era el caso.

A consecuencia del aire, me tire al suelo dos veces de forma controlada, clavando el pico del pioplet para sujetarme (realmente el desnivel en ese momento era grande que apenas tuve que echarme un poco al frente). Continué el ascenso y tras llegar a una especie de collado, solamente me quedaba descender unos metros y apretar el culo en la última de las aristas.

 

En ese momento, pregunte a uno de los grupos que bajaba a que altura estábamos – a 4.560m me dijo- solo me faltaban 248m para llegar, no me podía dar la vuelta, me puse a pensar y a valorar las opciones: agotamiento extremo, respiración deficiente, manos en mal estado, climatología del momento “muy mala”, y en este punto me paré a pensar, pregunte a los que bajaban y todos coincidían en lo mal que estaba la cumbre, me acorde del chico que bajo por la noche y no había visto nada y en lo alto sombras de la gente que bajaban ligeros envueltos en la sabana de hielo, una ráfaga de viento me hizo caer sobre la arista de forma incontrolada. La decisión estaba tomada, me daba la vuelta, al fin y al cabo yo solo había ido para ver hasta donde llegaba y no para hacer cumbre, me di la vuelta y comencé el descenso, a unos 10m volví a dar la vuelta y comencé el ascenso otra vez, no podía irme sin hacer cumbre, como se lo iba a explicar a A G, a O Z o a R R, solo tenia que bajar una pequeña rampa y apretar un poco el culo para llegar.

 

Volví a darme la vuelta y a tomar por culo, ese no era mi día, ya había logrado mucho mas de lo que había ido a buscar, y con estos y otros argumentos me fui convenciendo a mi mismo para demostrarme que hacía lo correcto, además ya no subía nadie que me pudiese ayudar en caso de necesidad. Bla bla bla bla

Al llegar al abrigo, observe como el viento habia dejado de soplar, por lo que dije “Esta es la mia” volví a darme la vuelta y retome el ascenso, ahora me volvían a quedar 400m me fallo una pierna, me fallo la otra, las manos no empujaban los bastones,… no tenia sentido, mi oportunidad había pasado.

 

Al descender, me resulto muy agradable el comprobar que no me iba sintiendo peor cada vez como me ocurría en el ascenso, tampoco estaba mejor, pero encontré mi ritmo. Al llegar a una de las palas de nieve, reconocí que era el lugar donde me pareció estar perdido, simplemente habían dos buenas zonas de acceso, mi miedo fue erróneo, no obstante resulto mejor el subir en compañía.

Llegue al refugio del Gouter, me tome un bocata y estuve tentado a tomar una birra, pero a parte que costaba 5€ al igual que el agua preferí tomarla al llegar a bajo por si las moscas, tenía que destrepar todas aquellas rocas que había subido el día anterior y aunque me veía capaz, estaba muy agotado.

 

Reorganice la mochila, me puse las rodilleras en prevención y a las 12:00 comencé a bajar lo cual resulto muy muy divertido y agotador para las rodillas, a mitad de recorrido, un fuerte estruendo sonó a mi derecha, a uno 5 metros por debajo, y empezaron a saltar chinas, me paré y me refugie contra la roca esperando que cayesen mas rocas, pero no cayeron, una pareja que tenía unos metros por encima hicieron lo mismo.

 

Continuamos bajando y al igual que durante la subida constantes desprendimientos nos hacían ponernos en guardia, tanto por la derecha como por la izquierda caían piedras era impresionante.

 

Observé como un chico que me había adelantado cruzaba corriendo la zona donde se encontraba situado el primer cable para asegurarse ¡se trataba del lugar donde yo me había arrodillado para beber agua! y en ese momento, en ese momento reconocí que se trataba de la bolera. Donde los bolos son las personas y las bolas las piedras que caen como consecuencia de la calor, es decir están sujetas por estar congeladas con su entorno y al darles el sol se desprenden, eso fue a lo que se refería el chico que estaba en la tienda de campaña y me gritaba “Dangeroux”, los desprendimientos que observe mientras subí y baje…

BOLERA
BOLERA

A unos cientos de metros y a la derecha del refugio del Tete Rouge, había una caseta de información donde me paré a descansar junto a dos chicos que solo hablaban ingles (no nos comunicamos) y pasó algo muy curioso, salio el chico de información y empezó a hacerme preguntas: ¿con quien iba? ¿Cómo había ido? ¿Hasta donde había llegado?... me convenció de que si no había llegado a la cumbre, lo haría el año próximo,… hasta aquí todo normal. Seguidamente subió por la senda un hombre y comenzó a hacerle preguntas (todo esto en francés), en resumidas cuentas, le estaba prohibiendo el seguir la ruta solo ¿? Le pregunto si tenia guía a lo que le respondió que si y el desconfiado de información le pidió el móvil del guía para comprobar que lo que decía era cierto. ¡No le dejo seguir solo!

 

Yo y los otros dos chicos fuimos informados por el de guía de la caseta de información, de que solamente podríamos coger el ultimo tren que bajaba a le fayet, si salíamos corriendo, ya que este salía a las 16:50, las 16:00 y aun nos quedaban que descender mas de 1.000m.

 

Pregunté al guía por la posibilidad de ir por las vías del tren y este me dijo que el recorrido era más corto, por lo que nos pusimos los 3 en marcha. Yo estaba un poco confuso, por un lado veía la posibilidad de intentar una segunda ascensión a la cima y ello me rondaba en todo momento por la cabeza, pero me di cuenta de que había descendido demasiado y recordé que en internet el tiempo daba malo, no obstante la idea de quedarme en la estación del tren a pasar la noche no me gustaba nada.

 

Antes de empezar el descenso, me quite las botas y me calce unas chanclas de tacos con las que funciono muy bien y saque los bastones. Al 90% de mis posibilidades, la marcha se traducía básicamente en intentar no caerme ya que las rodillas no terminaban de aguantarme, igualmente lo de la educación lo deje de lado – muchos eran los que subían por la senda, pero a ninguno les cedí el paso, ellos no tenían prisa y seguro que les vendría bien un descanso. De los otros dos chicos, decir que uno de ellos estaba mucho más fuerte que yo y el otro más débil.

Sin parar para nada, unos 20 min. tras comenzar la frenética carrera por llegar al tren, me adelanto el chico más fuerte, el cual dejo a su amigo atrás. Sobre los 300 min. le adelante yo, se encontraba sentado en una piedra ya que su amigo era el que llevaba los billetes del tren y no tenía sentido el esperar en la estación. Le propuse darle mi billete, que cogiera el tren y volviese con el coche a por mi y a por su amigo (no terminamos de entendernos, pero el coche no se podía llegar hasta la estacón).

Seguí corriendo sin parar, llegue a la estación del nido de las águilas 2.380m, por donde dos días antes, la maquinista no nos dejo subir e intenté ir mas rápido, pero me era imposible aguantar el ritmo, abandone la senda para bajar junto a las vías y eso fue muy complicado ya que el terreno se componía de las piedras que daban forma a la vía, no obstante era mas recto y uniforme.

 

Puesto que no llevaba reloj no sabia el tiempo que me quedaba para que saliese el tren, mentalmente calcule la distancia que me quedaba para ver la estación y la verdad es que acerté bastante, lo que inicie al 90% pasó al 95% y me puse como limite ver la estación ya que recordaba que al llegar tuve una visibilidad de unos 500m de vía. Corriendo como podía, de repente comencé a escuchar pasos por detrás de mí ya que al ir sobre las piedras de la vía, los pasos eran como estruendos, similar a bajar una gravera pero con menos desplazamiento -alucinante- era uno de los otros chicos que bajaba con su mochila y la de su amigo, una en cada hombro, este me adelanto y la verdad es que me alegre, si llegaba a la estación y estaba el tren, seguro que lo retrasaría.

Corriendo corriendo, di una curva y observe el tren bajo de mi con solo una persona fuera, estaría entre 300 y 500m y el otro chico en ese momento iría a tan solo unos 20 m por delante. Yo no sabía cuanto le quedaba para salir por lo que intente mantener el asfixiante ritmo del 95%. Corriendo, corriendo y corriendo cuesta abajo y sin fuerzas, el tren da dos pitidos de inicio de la marcha y yo que no me podía creer que no iba a llegar, saque un pito que llevo al efecto y comencé a soplarle con todas mis fuerzas, mientras levantaba los brazos con los palos cogidos, piiiii, piiiiii, piiiiiiii.

 

Del 95% pase al 100%, no podía perder ese tren, eso se tradujo en tres parones en los que el cuerpo me dejó de responder (100% es darlo todo), me di cuenta de que aun quedándome unos 150m el otro chico ya estaba ablando con la maquinista no obstante seguí corriendo a tope. A unos 20m del tren, este se puso en marcha e inicio su trayecto. ¿? No me lo podía creer, si ya había llegado. Saque eso que uno tiene guardado no sabe donde y decidí adelantarlo y subirme como fuese y de ello se dio cuenta la maquinista ya que paro la maquina y se bajo a recibirme “Alors tu n`est pas l`ami de c`est enfant” – vamos que el otro chico le dijo que el se quedaría en la estación con su amigo que venia mas atrás y pensaba que era yo-

 

Me abrió la puerta del tren, este era similar a uno de nuestros metros y nada mas entrar caí redondo en el pasillo con la mochila puesta, semiinconsciente, no me podía levantar del agotamiento. El tren se encontraba lleno de gente y todo el mundo comenzó a aplaudirme y felicitarme – me imagino el espectáculo les había dado desde que hice los primeros pitidos-, a los pocos minutos, di un sorbo de agua del camel y me quite la mochila levantándome del suelo, al sentarme en un asiento reconocí a muchos de los que viajaban en el tren de haber estado con ellos los días anteriores.

Al llegar a le Fayet, era muy tarde para buscar alojamiento, por lo que le pregunte a la conductora del tren. Esta me mandó a ST Gervais: a la Guîte des Cristaux, y esta dirección me la he guardado para la próxima vez que vuelva, ya que a pesar de que estaba completo y no poder quedarme, valía 15€ dormir yademas de tener buena pinta, tenía el recibidor lleno de botas de montaña.

 

Al final volví a dormir en el coche, en el parking de la gasolinera del primer día y la verdad es que dormí muy bien, eso si, tras tomarme una fabada y media botella de rioja.

 

Por la mañana tenía un montón de dudas: ahora ¿que iba a hacer? “el tonto”, ya no me interesaba andar por la montaña, había hecho todo lo que había ido a hacer. Me podía acercar a Suiza que estaba a un paso (ver el Cervino), visitar las poblaciones cercanas, la verdad es que me encontraba en un valle impresionante e indescriptible.

 

Un Valle es la zona lineal mas baja con una formación montañosa a cada lado, vamos lo que viene a ser una V, un ejemplo característico de España es Ordesa,, con la particularidad de que en este caso, por la parte mas baja discurre una autopista, a los lados comienzan a ascender verdes praderas con pequeñas casas dispersas, a continuación comienzas en la misma línea de ascenso los bosques y continua subiendo a base de roca y luego sube mas y mas y mas. Hay que verlo.

Tras levantarme decidí que ya tenía la faena hecha y que me volvía a casa, por lo que tras desayunar a las 09:00 a 9º me puse en marcha, puse el coche a 140 Km/h por Francia y 135 por España, haciendo dos paradas para poner gasoil llegando a las 19:30 a la puerta de mi casa a 31º.

 

Al día siguiente me fui corriendo al medico para que me mirase los dedos ya que había perdido la sensibilidad, es como si llevase pegados en las yemas unos lacayitos, este me invio a urgencias y en urgencias me mandaron tomar ibiprofeno y me dijeron que se me pasaría. Hoy martes, sigo sin tener sensibilidad ni en manos ni en pies y me han empeorado dos dedos de la mano derecha, no obstante me voy dando cuenta de que se me pasará pronto. Sarna con gusto, no pica.

 

Dificultades: Con GPS, desaparece la de llegar a los sitios, me refiero a carreteras.

 

Anécdotas: Mira tu, que pararme a beber agua en la bolera.

 

Dificultad:

-         Técnica: Media si uno tiene básicos conocimientos en escalada y moverse con crampones, pero esta graduación se debe a que las condiciones eran óptimas, escalar con crampones para llegar al Gouter, debe ser complicado.

-         Física: Media, no vi a nadie que no pudiese hacerlo

-         ¿Entonces cual fue la dificultad que me impidió subir? Pues creo que yo era el único que estaba subiendo desde el nivel del mar sin aclimatar, pero ello fue debido a que las circunstancias me empujaron, yo tenía tiempo y dinero para aguantar, pero todos decían “hoy es el mejor día para subir”, no me iba a esperar a que eso cambiase, tenía que intentarlo. Estoy seguro de que todos los que ese día hicieron cumbre, que fueron muchos, llevaban aclimatando varios días.

 

En fin: otra vez será.

 

 

                                                                         Fdo: Japama